EL INVIERNO Y LA SALUD




Cuando el frío aparece, los cambios de temperatura, gripe, constipados, tos, bronquitis,las pocas horas de luz... pueden incidir en nuestra salud y el bienestar cuotidiano. Sería agradable que no apareciesen toda esta batería de situaciones, gérmenes por doquier, estado de ánimo por los suelos.    
Todo ello llena salas de ambulatorios, absentismos laborales en niños, pero también en adultos y gente mayor. Por lo tanto, ha de buscarse recursos para protegerse por dentro y por fuera y, por lo tanto, disfrutar de esta época del año.

Un sistema inmunitario fuerte es el mejor aliado
Una vida saludable comporta una alimentación sana y equilibrada, hidratando la piel y consumir muchos líquidos, agua, infusiones, cítricos y verduras frescas, aumentar consumo de fibra,(preveyendo el sobrepeso), durmiendo las horas necesarias, (el sistema inmunitario se regenera y puede defender el organismo durante el día)   y gestionar el estrés. También es importante aprovechar las horas de luz, ya que mucha gente delante de esta situación se siente más abatida, más triste. Una posible solución podría ser aprovechar los momentos de luz para realizar todo tipo de actividades que le satisfacen ( caminar por la naturaleza, practicar ejercicio físico).


                                                   


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