Alimentación saludable

El cerebro requiere básicamente de dos sustancias para su funcionamiento, oxígeno y glucosa. 

Sin embargo, necesita de otros nutrientes para poder desarrollar todas sus funciones mentales. Destaca el papel de las vitaminas de grupo B y algunos minerales, que intervienen directamente en la actividad neuronal.




Cereales integrales   
 Los cereales integrales están formados por un interior rico en almidón, cubierto por capas ricas en proteínas y la parte externa o salvado constituida por fibra. En uno de sus extremos encontramos el germen rico en proteínas, hierro y vitaminas B y E. Entre sus numerosos componentes, destaca el contenido en vitaminas del grupo B, esenciales  para el buen desarrollo del sistema nervioso y la salud mental, y vitamina E con efectos antioxidante                   
Frutos secos
Especialmente las nueces, piñones, almendras y avellanas. En muchas ocasiones hemos hablado de las bondades de los frutos secos sobre el organismo. A nivel del sistema nervioso, ayudan a preservar la memoria y mejoran la actividad neuronal. Nos aportan minerales como el fósforo, magnesio, potasio y vitaminas del complejo B y vitamina E. Son excelentes aliados para mantener la salud cardiovascular lo que también redunda en nuestra salud cerebral. Las nueces, consumidas de forma habitual, mejoran la memoria. 
Aceite de oliva
Posee poderosos efectos antioxidantes que protegen los tejidos y es el alimento estrella para el correcto funcionamiento del sistema cardiovascular. Según un estudio del Hospital Clínic de Barcelona, el consumo habitual de aceite de oliva virgen mejora la memoria verbal. En este estudio se observó que el consumo elevado de alimentos ricos en polifenoles como el aceite de oliva, las nueces y el vino mejora la función cognitiva y previenen de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.


Arándanos    

 Ayudan a mantener la agudeza mental y disminuir la pérdida de memoria. Contienen compuestos antioxidantes (flavonoides) y antiinflamatorios capaces de retrasar el deterioro cognitivo.


                          




Sésamo                                                                                                                                                                


También conocidas como ajonjolí o semillas de la alegría, son una excelente fuente de aminoácidos y de triptófano, un precursor de las hormonas melatonina y serotonina que se relacionan con el buen humor y el aprendizaje. Contiene numerosos minerales como el calcio, magnesio, cobre, cinc y vitaminas del grupo B, E i F. Tiene un alto poder antioxidante. Gracias a su gran aporte de lecitina, es muy beneficioso su consumo para personas con dificultades de memoria, depresión o déficit de atención. Se considera que es un perfecto reconstituyente muscular y nervioso, perfecto para el agotamiento, el estrés, la depresión, la irritabilidad y el insomnio.




Tomate                                                                                                                                                                                                                            

El licopeno contenido en el tomate ha demostrado ser un aliado para la prevención de muchas enfermedades como el accidente cerebrovascular o ictus. Se le atribuyen propiedades antioxidantes y su consumo se asocia también con un menor riesgo de padecer cáncer de pulmón y de próstata y con un retraso en el envejecimiento celular.








Pescado azul                                                                                                                            

Los pescados son una fuente rica en fósforo que ayuda a fortalecer el cerebro, sobre todo, dándole un impulso a nuestra memoria. Gracias a los ácidos grasos omega 3 que nuestro organismo es incapaz de producir, ayuda a proteger nuestra salud cerebral tanto a la capacidad cognitiva como la memoria, por lo que se recomienda su consumo periódico, sobre todo, de los pescados azules (sardinas, salmón, atún, trucha…).




Semillas de chía                                                                                                                                                                                                          
Se trata de la mayor fuente de omega 3 que podemos obtener de la naturaleza. Contienen fibra, vitaminas del grupo B, proteína, minerales como el calcio, magnesio, potasio, hierro, fósforo, zinc y manganeso. Un superalimento que favorece el funcionamiento de las neuronas y mejora la actividad cerebral. Sus interesantes propiedades previenen el envejecimiento de los tejidos, por lo que mantiene intactas sus funciones por más tiempo.
                               
   














  





Comentarios