Durante este curso lectivo me he apuntado a realizar dos cursos. Uno habla sobre como un Grafólogo, como yo, puede sacar provecho aprendiendo técnicas de Recursos Humanos y el otro dirigido a la educación sobre Escritura Creativa.
En RRHH se busca un perfil deseado entre un diseño de perfiles, también realizar un profesiograma para captar diferentes aptitudes ( sensoriales, intelectuales, motoras, de personalidad).
Una preselección, en base del estudio de los CV, y otra preselección grafológica a través de los rasgos puros de su escritura. Posteriormente, utilizar un perfil de competencias para captar variables como la adaptabilidad, ambición personal, análisis de problemas ,análisis numérico, aprendizaje, etc. A continuación, pasar una batería de test:
-psicotécnicos como de personalidad, aptitudes, actitudes
-proyectivos, por ejemplo, test del árbol, el HTP (para saber como se proyecta la persona a través de lo visto).
Y finalmente, se realizaría un estudio de fisiognomía o como constatar que la armonía en la estructura facial, equivale a la armonía del carácter. Y que una evaluación de los aspectos de ética en la escritura es siempre imprescindible para valorar la fiabilidad o su honradez.
Por otra parte, aprender técnicas creativas para desarrollarlas en la escritura puede ayudar para utilizarlas en clase o en mis propios escritos. Una persona creativa acostumbra a tener fluideza mental, sensibilidad, flexibilidad, originalidad.
Ayuda a estimular narradores y también a lectores y buenos intérpretes de la realidad social.
Desarrollar la creatividad accediendo al mismo tiempo a los mecanismos que permiten extraer el máximo partido del lenguaje hablado y escrito.
Son sesiones prácticas donde se lee, se escribe y se comentan textos propios y de profesionales ya sean clásicos de la narrativa y de la no-ficción.
En resumen, reflexionar sobre el proceso creativo de la escritura.
Todos podemos crear nuestros propios escritos.
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